Por la tarde paramos en metropolitano para tomar un café con Marga en su colegio mayor, el Chaminade. Resultó estar viviendo allí Clarita, que bajo a vernos, me hizo mucha ilusión. Después de pasar allí toda la tarde (puro apalanque), decidimos mover nuestros cuerpos. Hicimos varios trasbordos para llegar a Gran Vía y, desde esa boca de metro, caminamos hasta ver los primeros cines. En uno de los bares de la calle estaba sentado el novio de Juesús Vázquez. Conseguimos llegar a Camino, sesión de 22:00h, en los cines Palacio de la Princesa (plaza Callao). Había bastante gente y justo en la fila de detrás estaba uno de los presentadores de CQC. Salimos deprimidos y con hambre, asi que nos hacercamos a cenar a un Turco. Como estabamos cansados dejamos el planazo Buddha para el próximo fin de semana que vieiera Pacheco y nos fuimos al hotel a descansar (viendo la tele y tomando unas cervezas).
Hoy me he despertado pronto para ir al rastro de Madrid (parada la Latina) con mis primas, María y Juls, que hacía mucho que no las veía. Antes de salir he dejado la maleta hecha y a Dani leyendo el periódico y desayunando. Hemos llegado a la Latina, con ratraso las tres y sin saberlo, en el mismo metro, pero en diferentes vagones, y cuando yo ya estaba apunto de subirme a la escalera mecánica me han visto. A la salida varias personas nos han avisado para que fueramos con cuidado con los bolsos. Impresionante la marabunta de gente y la cantidad de puestos, vale la pena ir solo para verlo.
Después de dar un paseo he vuelto a la boda del metro la Latina (que me ha costado muchísimo porque iva en sentido contrario a la marabunta), con la lámina que me han regalado mis primas en mano, y he ido hasta Alonso Martínez, donde Pacheco me esperaba. Como teníamos que estar listos en tres cuartos de hora hemos optado por un tapeo en un Lizarran: unas cañas, un pulpito con pimenton y patatas asadas, unas croquetas y unas bravas. Al salir hemos parado en el Starbucks para comprarnos un te frio y con éste en mano hemos ido a recoger las maletas a la recepción del hotel. De camino hemos visto la pastelería que sale en la película Camino, nos ha hecho gracia. Nos hemos despedido en el mismo sitio que nos encontramos, en Nuevos Ministerios; él ha cogido el metro rosa en dirección a la T4 y yo el cercanías con destino Alcalá de Henares.